lunes, 7 de octubre de 2013

275. MI CORAZÓN ES UNA PLAZA PÚBLICA DONDE DUERMEN DE NOCHE LOS MENDIGOS.


Recuerdo el momento exacto en el que por primera vez escuché esos versos. Era el año dos mil dos y volvía andando de la Biblioteca de la Facultad a mi casa. En la radio contaban que se había fallado el premio Adonais de Poesía y que había resultado ganador un chico de Huelva, que tenía, más o menos, mi edad.

El locutor llamó al chico por teléfono y después de darle la enhorabuena le propuso leer alguno de los poemas premiados.

Al oír los dos primeros versos del poema elegido, la tierra tembló. Me apoyé en una de las columnas que aguantan los soportales de la avenida y esperé a que la entrevista finalizase.

Ni entonces ni hoy he llegado a entender el significado último de aquéllos versos. Sin embargo, diez años después, los poemas incluidos en RUA DOS DOURADORES, de Adrián González Acosta, me siguen emocionando.

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