domingo, 10 de febrero de 2013

188. EL CUENTO DE LAS PUERTAS ABIERTAS.


El cuento de las puertas abiertas comienza cuando descubres que tú también eres vulnerable.
Localizar, al fin, el lugar exacto donde residen tu miedo y tu vergüenza. Comprender que tu capacidad para sufrir no es otra cosa que tu capacidad para mirar, para crear, para compartir. Tu capacidad para amar.
Abandonar, entonces, la idea de querer ser otro. Renunciar a mejorar, a permanecer en el intento constante. A no llegar. Dejar de aceptarte para empezar simplemente a gustarte.
Y salir ahí afuera. A bailar desnudo frente a los espejos.

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