miércoles, 25 de abril de 2012

152. ES TRISTE TENER QUE PEDIR.



Hace un par de días, mientras caminaba por la calle más comercial de la ciudad en la que vivo, me encontré con esta escena.

Llamadme frívolo, pero lo primero que pensé fue en la espectacularidad de la puesta en escena. Incluso hoy, después de mucho pensar en este hombre, sigo sin estar seguro de que no se trate de algún tipo de performance o experimento. La exageración del tamaño del cartel, la ropa de trabajo del protagonista, la concordancia del azul del mono con el azul del cubo.

Arte de acción o situación de necesidad, lo que está claro es que funciona. Nunca antes ví a tanta gente echar monedas a un ritmo tan trepidante.

2 comentarios:

  1. Hola Felipe. ¿tú también lo has visto?

    Por cierto, que no nos vemos. Voy a tener que pillarme un estudio al lado del tuyo para vernos más.

    Un beso. Grande.

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