miércoles, 27 de julio de 2011

121. FEBRERO, un poema de Alberto Acerete.

Cómo explicarte,
si cada día vuelve a ser
y el error ya se me supone,
que no soy yo, sino el amor
el que a tus ojos me hace el mismo.

Y cómo te agradezco.

Cómo secar, papá,
ese dolor por mí
sin atreverme a rozar tu cara.

¿Y como diré,
la culpabilidad

de no poder salvarte?

Alberto Acerete es un poeta muy joven que, aunque no vive de la poesía, sigue vivo gracias a la poesía. Ha confesado que, a pesar de todo, escribe porque no es completamente feliz y que aspira a no necesitarlo. Quiere no tener nada que contar. Y reirse.

martes, 26 de julio de 2011

120. LOS OTROS.



Corruptos
Especuladores
Asesinos.

Traficantes
Maltratadores
Terroristas.

Explotadores
Estafadores
Pederastas.


Yo no digo que no
pero que también
están los otros.

Capaces de cualquier cosa
con tal de rescatar un gato.
(Un gatito pequeño)

lunes, 25 de julio de 2011

119. MUTILADO.



Esta mañana, al salir de mi casa para ir al trabajo, el ascensor se ha parado en la cuarta planta. Ha entrado mi vecina de la letra B y, tras darme los buenos días, me ha preguntado:

- ¿Qué, ya vamos para la guerra?

Yo le he sonreído pero, en seguida, he notado como su rostro cambiaba de expresión. Muy seria me cuenta que, hace tiempo, vio en el telediario un niño de unos dos años, víctima de una guerra, al que le faltaban los brazos y las piernas.

Y que mira que de eso hace ya muchos años, pero que a ella no se le olvida. Entonces hace una pausa y añade que qué tendrán que ver, las criaturas con las guerras.

domingo, 24 de julio de 2011

118. CAMPO DE BATALLA.


Más heridos ocasionó el amor
que todas las contiendas de la historia


(Foto: fragmento del cartel de cine de la película Begginers)

miércoles, 20 de julio de 2011

117. MADRUGADA, un poema de Fernando Valverde.

Y recorrer al niño
que quiso parecerse
al hombre que no ha sido.

Y cada noche verle
llorar en los rincones.

Y cada noche oírle
decir que lo sabía.


Un poema de Fernando Valverde, de su libro Razones para huir de una ciudad con frío

martes, 19 de julio de 2011

116. LA POETA BAREINÍ.



Nosotros somos el pueblo
que matará la humillación
y asesinará la miseria.

Somos la gente que va a destruir
los cimientos de la injusticia

¿no oyes sus gritos, sus alaridos?


Estos versos (no he logrado encontrar el poema íntegro), dirigidos al Rey de Baréin, llevaron a su autora, una universitaria bareiní de veinte años, a ser encarcelada, torturada y condenada a un año de cárcel por un Tribunal Militar de su país el pasado 12 de junio.

Hoy he leído con satisfacción que, tras múltiples presiones, entre la que destaca la importante campaña llevada a cabo a su favor por Amnistía Internacional, Ayat al-Qormezi ha sido finalmente liberada el pasado 14 de julio.

Pienso que, quizá, lo que realmente molestó al régimen de Baréin no fueran los versos en sí sino el atrevimiento de la autora de dirigir los versos al propio Rey. Y es que a veces la fuerza de un poema no radica en su contenido sino en su destinatario.

Ejemplos como el de Ayat al-Qormezi me confirman que yo, que muchas veces he dejado de publicar determinados textos por no herir la sensibilidad de las personas que se pudieran dar por aludidas, no solo sigo siendo un poeta en prácticas, sino que además soy un poeta cobarde.