lunes, 28 de junio de 2010

70. LA FELICIDAD, OTRA VEZ.


Cada vez que soy feliz, lo primero que hago es ser consciente de que lo estoy siendo. Por ejemplo, cada año, cuando ya muy entrada la primavera cambio la ropa de invierno por la de verano, me digo que ser feliz es mudar las cosas del armario. O cuando, en la frutería, me doy cuenta de que ha empezado la época de los nísperos, me digo que ser feliz es comer la fruta de temporada.

Yo creo que esto tiene una explicación y es que cada día me cuesta más trabajo. No me refiero a identificar esos momentos, sino a vivirlos. Y aunque no debería confesar estas cosas -para no destacarme demasiado- puede ser que no sea yo el único al que le pasen.

La última vez acaba de ser. Estaba partiendo aceitunas negras en rodajas para echárselas al taboulé cuando me he dicho que ser feliz es exactamente eso. Esperarte, mientras preparo la ensalada de cuscús para la cena.

sábado, 26 de junio de 2010

69. MI BARRIO (III)



Una tarde al año mi calle cambia.

Todo empieza lejos con una música
seguida de unas mujeres en moto
con pantalones y el pelo muy corto.

El pitido del claxon de las motos
despierta a más de uno de la siesta
que se asomará detrás del visillo
para saber qué es lo que está pasando.

Decenas de muchachos en camiones
- como si de una carga se tratara-
tapados apenas con un slip
saltan, sudan, beben, cantan, y gritan:

¡En esa ventana hay una lesbiana!

¡En ese balcón hay un maricón!

Mis vecinos se sienten ofendidos
se tapan los ojos para no ver
le echan la culpa de todo al Gobierno
y recuerdan que esto antes no pasaba.



Foto: Mi calle, esta tarde.

miércoles, 16 de junio de 2010

68. MI BARRIO (II).

Aquí la gente agacha la cabeza
o finge ir hablando por el móvil
para no saludar a quien conoce.

Vivo en un bloque de cincuenta pisos
en el que nadie me pregunta nada,
si acaso el buenos días del portero
o el a qué piso va en el ascensor.

Un lugar perfecto para vivir
sin dar demasiadas explicaciones.

domingo, 13 de junio de 2010

67. MI BARRIO (I)



Mi casa está al otro lado de un parque

donde no van niños. Sólo palomas,

mendigos, dueños de perros y perros.


Las palomas anidan en los árboles

o en los balcones de los edificios,

pero mis vecinos quitan los nidos

y arrojan los polluelos al vacío.


Las aceras de mi calle están llenas

de mierda de paloma y de cadáveres.



Foto: La acera de mi calle.

lunes, 7 de junio de 2010

65. PRINCIPIO.

Me gustas por la misma razón que me
gusta entrar en las tiendas de semillas:

porque eres el principio y el origen
el embrión de una felicidad nueva.

Me gustas por tu intenso olor a vida.

martes, 1 de junio de 2010

64. EL ÚLTIMO POEMA

El último poema era un poema triste.

Era un poema sobre un lugar que no existía,
es decir, un lugar en el que por definición
nunca podríamos encontrarnos

Pero resulta que, ahora, el último poema
era sólo el último de los poemas tristes.

63. EL LUGAR QUE NO EXISTE (EL ÚLTIMO POEMA)

El lugar que no existe
es el lugar en el que,
por definición, nunca
podremos encontrarnos.